No consigo recordar qué hice ayer...
A ver, vayamos por partes (dijo Jack el destripador). Por la mañana clase, clase, clase y... ah, sí, más clase. Por la tarde me registré en una página para aprender idiomas y estuve hablando con una marroquí y un ruso la mar de simpáticos los dos. Vino Eduardo y para variar nos fuimos a la calle, a comprar el regalo para Guille y posteriormente al lado del río hasta que hizo tanto frío que no nos sentíamos la cara. Volvimos, se fue, cené, vi El Castillo Ambulante (y por primera vez la entendí del todo) y me acosté.
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