San Valentín (pero qué bonito). En fin, llego a clase, al terminar la primera hora Eduardo me dio una piruleta azul y yo un "vale por un beso" que había hecho en física y química porque me aburría un huevo. A segunda inglés, Pilar recoge las tarjetas y yo sólo me fijé en una: cartulina morada con una imagen enorme dibujada de Jack y Sally. "Qué suerte tendrá el que le toque esa tarjeta" pensé... y qué curioso que era para mí. La había hecho Rosana (¿quién si no?), era preciosa, lo más bonito que había visto en mi vida, y yo con media cartulina roja cutre, qué culpable me sentí... bueno, pasado el trauma y esas cosas a penúltima tuvimos un examen follante de tecnología y cuando terminaron todas las clases me viene Manu y me dice que me quede un momento, que me tiene que dar una cosa... me dio un papel doblado y pegado con un fiso que me costó la misma vida abrir, mientras él huía escaleras abajo. Era un papel con un sol con gafas de sol y rayos verdes (que me copió) con un traje y un paraguas amarillo... me derretí, así de claro, aunque está claro que eso no era nada comparado con lo que me esperaba por parte de Edu cuando llegara a casa.
Después de comer en el japonés volvimos a casa y allí se encerró en mi cuarto porque quería ponerse unos calzoncillos y una camiseta roja. Cuando abrió estaba yo tirada enfrente de la puerta medio deprimida porque me había puesto a escuchar la canción de Francia (hacía un año que nos fuimos y como que estaba algo nostálgica). Me lo encontré con una rosa en la mano y un papel rojo medio mojado pegado malamente con fiso. Como no, me entró la risa, y más al ver que también había un caniche rosa con un montón de corazones de chocolate y de chuche, junto con una piruleta con forma de corazón con dos corazones que ponía "tú y yo" xD. En fin, en medio del ataque de histerismo conseguí darle mi regalo, que consistía en una tarjeta cutre, unos calzoncillos azules con puntitos y un Winnie the Pooh de peluche que tenía desde hacía un montón de años. Por lo que parece le gustó. Pero aún no había acabado... encendió el ordenador y se metió en su cuenta de Gmail, abrió un correo que ponía san Valentín o algo similar que tenía un archivo de audio, que no era nada menos que una canción tocada en el piano por él. Ahí no pude aguantar más, me puse a llorar como una puta condenada, jamás había pensado que alguien fuera capaz de hacer algo así por mí, no podía creérmelo. Vueltos a la calma, hicimos plan de siesta y después nos fuimos a "nuestro" río. Lo cierto es que consiguió que fuera perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario