Un día curioso el de ayer, desde luego (aunque por lo que parece para mí todos son curiosos). Por la mañana hice de tripas corazón y me levanté yo solita a las once para que mi madre no se sintiera sola desayunando ya que mi padre se había ido a Córdoba. Nos fuimos al centro a sacar nuestra vena capitalista en las rebajas. A la vuelta nos pasamos por los 100 montaditos y nos dedicamos a criticar a todo bicho viviente. Volvimos, almorzamos lo primero que encontramos (patatas revueltas con huevo -gracias, Celia, por mostrarme ese gran manjar-) y después pues a intentar quedar. Con este frío siberiano la gente no está como para salir, así que decidimos que unos cuantos se vinieran a mi casa, que parece un salón de reuniones más que una casa. Al final sólo dejaban venirse a Laura B. y a Edu-ardo, pero daba igual... o sea, no daba igual pero es mejor que nada. Cuando vinieron nos dedicamos a jugar al Guitar Hero (pero qué voces celestiales tenemos) y posteriormente al sing star de Glee y de High School Musical (otra muestra de nuestras talentosas voces). Total, que ya eran las nueve y decidimos irnos al concierto de mi no-profe de música, pero Laura no se vino... jo.
Llegamos y nos dan la noticia de que el concierto de su grupo empieza una hora más tarde, así que cogemos el camino mi madre, María (la amiga de mi madre y ex alumna), Edu-ardo y yo y nos vamos a cenar.
Entramos en el garito, todo muy oscuro y en el escenario un grupo llamado los pinochos de noséqué, los cuales daban muuuuuucha pena. Al cuarto de hora empezó el grupo del de música, la catedral sumergida, muy bonito nombre y el instrumental molaba pero... el cantante atiborrado de tripis dejaba mucho que desear. Tras una hora suplicándole a mi madre que nos fuéramos terminó el "concierto" y salimos por piernas de allí. A la vuelta Eduardo se dedicó a intentar enseñarme una foto de un ratón muerto o algo peor, y yo que tenía sueño y los cables algo cruzados le largué que a ver si pasábamos de esa noche (porque se iba a quedar a dormir). Llegamos a casa, hicimos tertulia pirata (la cual consiste en hacer té y charlar de nada en concreto), mi madre se fue y yo me dediqué a intentar entender por qué estaba él borde conmigo. Después de unos cuantos tiritones porque había decidido irme a dormir y tenía frío me abrazó y me explicó que había sido cruel al haberle dicho lo de pasar de aquella noche. Era cierto, así que le pedí perdón. A partir de ahí pues... como que nos vinimos arriba, demasiado arriba me parece, pero hacía mucho tiempo que no se quedaba y no sabíamos cuando podría volver a quedarse así que había que aprovechar.
Lo cierto es que no sé cómo lo hice pero terminé en braguitas only y él igual (pero con calzoncillos, claro), pidiéndome que folláramos. La verdad es que me apetecía mucho, muchísimo, pero no era capaz, ni de coña, con mis padres arriba y... no, no era capaz. En fin, según algunos a las cuatro y media y según otros a las seis nos terminamos acostando.
Sé que esto es parte de hoy pero no soy como otras personas malvadas que dejan las historias a medias...
jajajajajajaja, pero que día más intenso, me encta esos días qeu guay son tus días tienen cosas intensas deberías valorarlo, te pasa una cosa detrás de la otra.
ResponderEliminarbueeeeeeeeeeno...
¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?
No follar.. imposible ajajjajajajajajajajajaj bueno lo puedo medio comprender jujjjujujujuju lucía que solo tiene coronas y no diamantes