28 de diciembre

Una mañana sin igual, con un pasajero velo de no hacer nada a parte de ir a comprar el pan... cosa que no pasó por tarde cuando todo empezó al ver que le faltaba un botón a la chaqueta para la cena de gala que íbamos a tener, pues lo que hice fue coger carretera y manta para casa de celia para cogerle un botón y ponerselo a la chaqueta, me fui para el metro po yop todo arregladito y llegamos a casa de Lucía con Edu, Celia y yo que fuimos todos juntitos en el metro.
Jugando a la paliza de trivial, llegó Ale sin chándal después de que las prediciones de celia apuntaban a eso.
Pues nos fuimos camino del restautante, contentos depués de ganar al trivial, muajajaja (que ilusión me hizo ganar al trivial de esa manera), cada paso era una escarcha, pero al fin llegamos (vaya pijada osea de verdad eeh) el restaurante muy pijo pero muy calentito con una calefacción muy fuerte así que genial, total que llega el camarero  y nos quitaron los vasos, una cosa sin igual, pero me pareció ideal, que ideal era todo, hasta la carta, que era interminable, no sabíamos como pedir aquello, pero para eso estba Lucía que decidió por nosotros, si es que es genial para elegir porque la comida estaba ideal y encima carta para postres ocho siglos y medio para elegir un postre, pero bueno estba muy bueno, así que de nuevo ideal.
llegamos a casa y vaya pavo, después de comer comida idela, todo era en la noche hablar de sexo... ya ves tú que cosa...
pero todo muy bien el caso es que llegaron las tres... vaya... ganas deir al servicio y encima eran las tres... la hora del demonio, Edu hijo mío no va pasar nada, noooooooooo era la hora del demonio en fin un gracia vamos el caso es que al final nos entraron a todos unas ganas de mear increible y eso y más y más fue todo sobre la noche... y yo soy satanás pero celia es autobús y lucía lucifer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario