22 de diciembre.

Una fecha que cuando la veo escrita, me da un palpito y no se por qué, fue un día de locos, de locos de locos de locos...
Tuve que ir las tres primeras horas del instituto, por el hecho de cumplir, tenía una autorización para salir del centro escolar a las 11:30 de la mañana, cuando al señor director se le ocurre decir que de ese centro no salía ni dios hasta que no terminara las actuaciones, con todas y con esas, yo me dije ¿ji? po adios, salgo por la puerta, nos dirigimos a la puerta, cuando de repente el señor director corre hacia la puerta (nunca había visto al director correr) y la cerró  hasta con pestillos... de nuevo nos dijimos ¿ji? po adios, nos fuimos por el recreo y como unos auténticos almonteños, nos saltamos la valla, a todo esto quería ir a visitar a Lucía a su instituto a la hora del recreo pero eran ya casi menos cuarto y primero tenía que pasarme por mi casa a por la guiri, pero me dije: que no cuando el pánico, me fui corriendo a mi casa solté los libros, cogí la merienda, a la guiri, las llaves, cerré la puerta y lets go to the Juande, llegué para verlos dos minutos, un alivio, después ví a la Nuria y la Vico, po hola, después a Metromar, a comprar unas botas a Celia (un martirio) y vimos a la Ascen y la Carmen, po hola. Y al final no fu tan martirio, fue rápido y eficaz y cumplió con bueno, bonito y barato. (dato importante vi a celia de dependienta de mayor) Para qué contar el episodio de la compra en el Mercadona, panes rotos, servilletas, rulos de mantel. vasos navideños un Show...
Celia y yo ya tenemos un vídeo, para la navidad.
Me he pelado
A noche de tó y na bueno.

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